Tema
II Colonialismo y Pueblos Indigenas
DEFINICIÓN
COLONIZACIÒN
Término que viene de su
raíz colonia y ésta del latín coloniam. Es la doctrina que tiende a legitimar
la dominación política y económica de un territorio o de una nación por el
gobierno de un estado extranjero. Suele llamarse así al proceso iniciado en el
siglo XV con la conquista, asentamiento y explotación, por parte de Europa, de
territorios en América, Oriente y África.
INDÍGENA
Es un término que, en
sentido amplio, se aplica a todo aquello que es relativo a una población
originaria del territorio que habita, cuyo establecimiento en el mismo precede
al de otros pueblos o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable
como para tenerla por oriunda (es decir, originario de un lugar). Con el mismo
sentido se utiliza, con mayor frecuencia, el término equivalente nativo,
presente en expresiones como "idioma nativo".
También es habitual
utilizar términos como pueblos originarios, naciones nativas o aborígenes.
En sentido estricto y
más habitualmente, se aplica la denominación indígenas a las etnias que
preservan las culturas tradicionales no europeas. Con este alcance, se denomina
indígenas a los grupos humanos que presentan características tales como:
Pertenecer a tradiciones organizativas
anteriores a la aparición del estado moderno,
Pertenecer a culturas que sobrevivieron la
expansión planetaria de la civilización europea.
DESCUBRIMIENTO,
INVACIÔN O ENCUBRIMIENTO
Cuando los españoles
llegaron a estas tierras no descubrieron a los pueblos que habitaban éstas
zonas, sino que fueron encubiertos a partir de tres preceptos. Según Bartomeu
Melia "el primero de los preceptos a ser ocultado e ignorado es la
cuestión del pobre referida a su cultura, hombre sin cultura. El segundo de ellos
es del pagano referido a su religión, son hombres sin Dios, no adoran a nadie.
Y el tercero de ellos la del bárbaro referida a su lengua. Pobres “que todo
tomaban y daban; paganos que ninguna secta tenían; bárbaros que tenían que
aprender hablar”. Quedó así denunciada la triple negación de América: la de su
economía, la de sus religiones y la de sus lenguas y culturas.
Y es así que valiéndose
de las carencias, desde lo que NO tenían estos pueblos (según la cultura
europea) los españoles comienzan a escribir una historia desde su llegada. Se
hace aquí presente el principio de "tabula rasa" en el cual, los
pueblos indígenas eran una página en blanco que debía ser escrita por los
españoles, la misión de ellos era crear y escribir una historia con caracteres cristianos
para los pueblos que nada tenían.
Pero no todo salió como
ellos lo esperaban debido a que los pueblos presentaron resistencias a las
formas de dominación, algunos de forma violenta, otros utilizando ciertas
estrategias, etc. En fin, llegado determinado momento los españoles no pudieron
seguir negando que los aborígenes no tuvieran religión, cultura y lengua, se
manifestaban por doquier. Entonces lo que hacen es aceptar que existe otra
cultura, religión y lengua, pero que se encuentran en una posición o estadio
inferior a la europea. Ya no se las niega, ni intenta sustituir sino
simplemente relegarlas al puesto inferior de la vida social, cultural y
política.
En esta situación vemos
a dos grupos sociales humanos perfectamente diferenciados entre sí, que al
entrar en contacto se descubren DOS culturas diferentes, ni mejores ni peores,
diferentes, que respondieron a las exigencias del medio ambiente de manera
distinta.
No es que los españoles
descubrieron un lugar vacío o una "tabula rasa", en todo caso, a
partir de su llegada, los hizo visibles, los dieron a conocer al resto del
mundo.
Aquí se puede hablar de
una incomprensión sistemática donde el descubridor encubre lo que no entiende y
lo que no quiere entender. Y no olvidemos que esta incomprensión siempre estuvo
mediada por el conflicto, por la imposición que derivó en masacres de pueblos
nativos, en explotación de mano de obra indígena y demás atrocidades.
Un número indeterminado
de indígenas, pero en cualquier caso estimado en varios millones, vivía en
América en el momento en el que el primer viaje de Cristóbal Colón inició un
periodo histórico de contactos a gran escala, desconocidos hasta entonces, de
los habitantes del viejo mundo con América. El contacto de un puñado de
potencias europeas con lo que consideraron el Nuevo Mundo llevó a la conquista
y colonización del continente americano por los habitantes de las potencias
coloniales, con millones de emigrantes (no siempre voluntarios) del "Viejo
Mundo", mayoritariamente africanos, estableciéndose permanentemente en
América.
Una de las primeras
estimaciones sobre la población precolombina la hizo Fray Bartolomé de las
Casas, para la isla de La Española, que tendría según el religioso de 3 a 4
millones de habitantes antes de la llegada de los hispánicos.
Causas de la reducción
demográfica
Las causas que explican
el drástico descenso demográfico en América han sido siempre causa de polémica.
Desde ámbitos generalmente ajenos a la historiografía, políticos, periodistas y
organizaciones políticas actuales, así como autores nacionalistas e
izquierdistas, han consignado que la catástrofe demográfica fue fruto de
campañas de exterminio sistemático, por lo que se trataría de un genocidio.
Otros historiadores, en la misma línea, han señalado que serían las condiciones
brutales de la sociedad colonial las que serían las responsables de la
catástrofe demográfica, señalando que estas condiciones de explotación, no
accidentales, constituirían un genocidio. Los defensores del exterminio
sistemático, en general, achacan la debacle demográfica a una acción
intencionada de los europeos.
En general, ningún
historiador niega que las condiciones de servidumbre y explotación a que fue
sometida la población indígena, fue causa de muertes, pero algunos sostienen
que ningún esfuerzo humano podría reducir de un 60 a un 95 de población
indígena bajo un sistemático que no existió y a lo largo de un siglo. Pero
existe un gran consenso entre historiadores, demógrafos y ecólogos que apuntan
a la introducción de enfermedades desconocidas por los indígenas, y para las
que carecían de defensas, como la causa fundamental de la debacle demográfica,
estimando entre un 75 y un 95% de disminución de población achacable a las
enfermedades epidémicas debido a un proceso de unificación micróbica del mundo
originado en occidente (Europa, Asia y África) debido a las dinámicas
comerciales y que afectaron acumulativa y sucesivamente a indígenas de todas
las edades.
La crueldad que
emplearon los españoles es incontrovertible. Fue despiadada, brutal y el
régimen colonial jamás llegó a tenerla bajo control. Los españoles, por
supuesto, no tenían interés alguno en destruir a los nativos; hacerlo,
evidentemente, habría socavado su institución básica, la encomienda.
Sin embargo, afirma
también, citando la obra de David Noble Cook Born to Die. Disease and New World
Conquest, 1492-1650, que tal crueldad no pudo ser la causa de la catástrofe
demográfica que asoló la población nativa, dada la escasez de población
europea: Y sin embargo, la crueldad infringida a los habitantes del Nuevo Mundo
fue responsable de sólo una pequeña parte del desastre subsiguiente. Nunca hubo
suficientes españoles en América para matar al enorme número de nativos que
perecieron. Sin ninguna duda, el motivo principal del catastrófico descenso en
la población de las Américas fueron las enfermedades infecciosas llevadas por
los europeos. Los nativos del mundo atlántico no se libraron de enfermedades ni
de epidemias. Y la invasión europea acarreó nuevas y crueles formas de morir. Las
bacterias que portaban los españoles sacudieron la región caribeña tan pronto
como Colón desembarcó y alcanzaron el continente incluso antes que Cortés. La
primera gran epidemia (de viruela) se produjo en La Española, a finales de
1518, alcanzó México en 1520 y, al parecer, se extendió por América del Norte y
probablemente también por el imperio incaico. [...] El impacto directo de las
enfermedades fue devastador y así lo registraron los indios en sus crónicas.
Hubo otras causas de mortandad masiva, pero todas fueron indirectas o con
efectos a largo plazo.
La llegada del europeo,
aparte de las brutalidades que pudiera cometer más tarde, parece haber tenido
únicamente un pequeño papel en la epopeya de un desastre de proporciones
cósmicas. El número total de personas afectadas nunca podrá calcularse con
fiabilidad, pero no es exagerado sugerir que, entre los pueblos indígenas del
Nuevo Mundo, más de un noventa por ciento de las muertes fueron causadas por
enfermedades contagiosas más que por crueldad.
La viruela cruzó por
primera vez a finales de 1518 o comienzo del 1519, y durante los cuatro siglos
siguientes desempeñaría un papel tan esencial en el avance del imperialismo
blanco en ultramar como la pólvora. Quizás un papel más importante, porque los
indígenas hicieron que los mosquetes y después los rifles, se volvieran contra
los intrusos, pero la viruela luchó muy raramente del lado de los indígenas.
Normalmente los intrusos eran inmunes a ella así como a otras enfermedades
infantiles del Viejo Mundo, la mayoría de las cuales eran nuevas a otro lado de
los océanos
La viruela, el
sarampión, la gripe, el tifus, la peste bubónica y otras enfermedades
infecciosas endémicas en Europa tuvieron un papel decisivo en las conquistas
europeas, al diezmar a muchos pueblos en otros continentes. Por ejemplo, una
epidemia de de viruela devastó a los aztecas tras el fracaso del primer ataque
español en 1520 y mató a Cuitláhuac, el emperador azteca que sucedió brevemente
a Moctezuma. A lo largo de América, las enfermedades introducidas por los
europeos se extendieron de tribu a tribu mucho antes de la llegada de los
propios europeos, matando a un porcentaje estimado del 95% de la población
nativa americana existente a la llegada de Colón.
El investigador Jorge
Gelman, opinando sobre el debate del genocidio y la catástrofe demográfica en
la Conquista de América, sostuvo: No estoy seguro que el término (genocidio)
sea el más adecuado, aunque no hay ninguna duda de la magnitud de la mortandad
entre los pueblos indígenas americanos, que siguieron a la invasión y conquista
europea. Las razones son muy variadas: seguramente desde el punto de vista
cuantitativo lo peor fueron las enfermedades, pero estuvieron potenciadas por
la explotación, las hambrunas, la separación de las familias por los sistemas
de trabajo forzado.
Respecto al mismo
debate, y en línea con Henry Kamen, la historiadora argentina María Sáenz
Quesada niega las imputaciones de exterminio sistemático argumentando que los
europeos no podían eliminar a su mano de obra:
Yo no diría que hubo
asesinatos masivos, diría que hubo luchas. Los aztecas y Cortés por ejemplo
lucharon. Masacres deliberadas para matar indígenas no hubo, por la simple
razón de que eran la fuerza de trabajo que los españoles iban a usar.
Robert McCaa introduce
también las devastaciones ecológicas como factor agravante de la catástrofe
demográfica:
El rol de las
enfermedades no puede ser entendido sin tener en cuenta el cruel tratamiento a
que se sometió a la masa de la población nativa (migración forzada, esclavitud,
demandas laborales abusivas, y tributos exorbitantes) y la devastación
ecológica que acompañó la colonización española.
Uno de los
inconvenientes que se han señalado a la teoría de las epidemias como causa de
la catástrofe demográfica, es que no se conoce ninguna pandemia que haya
eliminado prácticamente la totalidad de la población de un continente, «debido
a que, por norma, los virus, microbios y parásitos no acaban con la mayoría de
sus víctimas, ni siquiera la Peste Negra, símbolo de la enfermedad virulenta,
fue tan mortífera como se sostiene fueron estas epidemias. La primera incursión
en Europa de la Peste Negra, entre 1347 y 1351, constituyó la clásica epidemia
en territorio virgen. La mutación acababa de crear la variante pulmonar del bacilo
conocido como yersinia pestis. Pero es que ni siquiera en aquella ocasión la
enfermedad acabó con más de un tercio de sus víctimas.
Otros factores añadidos
fueron los desplazamientos forzados de población por las políticas de reducción
(pueblos de indios, aldeas) y por desplazamientos forzados de fuerza de trabajo
hacia entornos distintos, así como lo que el historiador Nicolás Sánchez llamó
"desgana vital", es decir, la decepción psicológica por la conquista
y la desesperanza causada por el derrumbamiento del mundo indígena, así como la
destrucción de economías de subsistencia en algunas sociedades.
CONQUISTA, EXTERMINIO O
GENOCIDIO
¿CONQUISTA?
La llamada conquista de
América fue la exploración, invasión, ocupación y colonización de parte del
continente americano por algunas potencias europeas, de las cuales las
principales fueron España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda, a partir de
la llegada de Colón a América el 12 de octubre de 1492 y que se mantuvo
principalmente durante los siglos XV, XVI y XVII, aunque aún permanecen algunos
enclaves coloniales en el presente.
Desde que Colón el 12
de octubre de 1492 llegó al continente americano, surgieron inmediatamente
ansias de conquista para apropiarse de un territorio, que a juicio de los
europeos estaba habitado por salvajes incultos, poseedores de enormes riquezas
desaprovechadas. Para ello, se organizaron empresas de conquista y colonización
durante los siglos XVI y XVII, por parte de España, Portugal, Inglaterra,
Francia y Holanda.
Para organizar una
expedición de conquista se debía lograr la autorización a los reyes españoles,
que constaba en un acuerdo denominado Capitulación, donde se establecían los
derechos y deberes de los conquistadores con respecto a las tierras
conquistadas. Se les otorgaba el título de Adelantado que les posibilitaba
convertirse en gobernadores de las tierras que conquistaran, y finalmente
lograr la financiación del viaje.
Sobre la conquista de
América las opiniones se dividen. Algunos aceptan la leyenda negra de la conquista,
donde se relata la historia de un choque de culturas, con aborígenes
exterminados, o expuestos a trabajos agobiantes, como la mita o las
encomiendas, que los conducían a la enfermedad, y la muerte. Poblaciones
enteras diezmadas, a las que se les quitó la cultura, las ideas, la libre
expresión, sometiéndolos a trabajos forzados y a aceptar una religión ajena. El
suelo del territorio, tan amado por los nativos y cuidado por ellos, fue
sometido a prácticas agrícolas extractivas que agotaron su productividad. La
riqueza minera fue llevada a Europa, dejando en América un territorio a merced
de las necesidades foráneas.
La leyenda rosa nos
cuenta de un grupo de hombres que trajeron a las tierras americanas una
religión de amor, caridad y respeto, que se impuso a los hombres de estas
tierras para educarlos, ya que su religión les exigía la adoración de dioses
malignos, que les obligaban a realizar sacrificios humanos. Se sostuvo que no
poseían una cultura real, ya que era disvaliosa para ellos, y para los demás, y
que los europeos trajeron la civilización y el progreso. Aún hoy los aborígenes
americanos reclaman por los derechos que les quitaron en miras a ese objetivo.
¿EXTERMINIO?
La Conquista, es la
época de guerra contra los indígenas, fundación de ciudades y primer
poblamiento. Se lleva mucha parte del siglo XVI, aunque los indios lucharon y
pusieron resistencia, hubo luchas incesantes que culminaron con el exterminio
de muchas tribus. Los conquistadores españoles practicaron por igual la guerra
de exterminio; Los españoles vinieron por las especies y cuando hallaron oro,
su política fue de exterminio. No hubo una traspolación de instituciones y por
ello la aplicación de los regímenes jurídicos del Reino, particularmente de sus
instituciones jurídicas, respondió más a la misericordia y a la piedad que Fray
Bartolomé de las Casas suplicaba a los Reyes, una política de
transculturización del Reino Español a sus Colonias americanas.
¿GENOCIDIO?
Según un informe del
gobierno titulado Genocidios, en América se cometió el mayor genocidio de la
historia mundial sólo en América del Norte fueron asesinados 15 millones de
indígenas desde que Cristóbal Colón puso pie en este continente en 1492, y
sugirió que el exterminio continúa hasta hoy. Otros 14 millones fueron
masacrados en América del Sur. Aunque la cantidad de víctimas no se puede saber
con certeza, sí existen pruebas irrefutables de una campaña deliberada de
exterminación, despojo y aculturación de los pueblos nativos, opuestas a
distintas teorías negacionistas. Tales teorías sostienen que las enfermedades
que mataron a gran parte o la mayoría de los indígenas fueron un subproducto
desafortunado del ”contacto” entre culturas.
Los Pueblos Indígenas
han sido víctimas por más de quinientos años de un proceso de genocidio,
colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales,
mismas que han violado nuestros derechos fundamentales. Cualquier diálogo entre
Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en cuenta la naturaleza
colectiva e histórica de estos derechos.
Los indígenas
americanos fueron objeto de genocidio en nombre de la religión, fruto de la
explotación de los indígenas para la extracción de metales preciosos:
La conquista y
colonización de América fue una cruzada de evangelización, pero el principal
objetivo fue la cruzada por la extracción de metales y eso derivó en la muerte
de millones de habitantes, una muerte que no fue precisamente accidental, por
eso fue un genocidio... Desde ningún punto de vista es salvable el genocidio
indígena como ningún otro genocidio.
CIVILIZACIÓN Y BARBARIE
Es una dicotomía
presente a lo largo de la historia de una gran cantidad de naciones modernas,
como una navaja que corta longitudinalmente el relato. Remite a una dualidad en
general mal resuelta y deja un surco aún insalvable, marcado con sangre y
fuego.
Bárbaros les decían los
griegos a aquellos extranjeros cuyas lenguas no entendían (se burlaban de su
dicción ininteligible: “bar, bar, bar”). Bárbaro ocupó desde entonces el lugar
de “el otro”, el extraño, aquel a quien no puedo ni deseo conocer. No entiendo
su comportamiento ni su forma de pensar y por ello representa un peligro para
nosotros. Y nosotros venimos a ser los civilizados, a quienes asiste la razón.
Llegadas a un punto de
su desarrollo, las civilizaciones necesitan extenderse, buscan territorios
vecinos y expulsan a los bárbaros. Lo característico de nuestra civilización
moderna es que necesita al mundo entero, sin dejar rincones disponibles para
“la barbarie”. Este punto de inflexión, que Carlos Marx llamó “de acumulación
originaria”, fue transpuesto por medio de una violencia monumental. La
mencionada “acumulación originaria” es un dispositivo que funciona como mito
del origen de la modernidad, naturalizado como algo lejano y ajeno a nuestra
condición actual. Pero su realidad histórica fue en definitiva la que determinó
en buena medida la situación presente de desigualdades y cristalizó esa
dicotomía como esencial.
La justificación de la
máxima “orden y progreso”, de origen europeo, contra el caos y el atraso
representado por el indígena formó parte de la primera resolución de la
dualidad en nuestras tierras. Esto incluyó la utilización de medios más bien
controvertidos, sobre todo a la luz de nuestra época. Este conflicto simbólico
se reactiva configurado en diversos imaginarios (por ejemplo, con el orden
provisto por una dictadura, puesto en contraste con el relajamiento que permite
una democracia o la irrupción de sectores plebeyos en espacios sociales que son
habitualmente dominio de sectores ilustrados) y reaparece, reforzado, en
tiempos de crisis. Cada imaginario parece proveer, a la vez, justificaciones
simbólicas para quienes comparten el ideario del tipo de orden proporcionado
por “la civilización” como para aquellos que reivindican “la barbarie” como
espacio de contracultura, resistencia y protesta. Esta mutua desconfianza
arrastra desde tiempos remotos la imposibilidad de síntesis de la dicotomía
esencial, tal vez porque puesta en estos términos, sea insalvable.
PROCESO DE
EVANGELIZACIÓN O PROCESO DE TRANSCULTURIZACIÓN
La dominación española
se realizó a partir de la idea de que había que uniformar cultural y
lingüísticamente a los habitantes originarios de la América, así tenemos que la
unidad religiosa, basada en el catolicismo y la adhesión lingüística al idioma
español fueron aspectos fundamentales en el proceso de conquista. A partir de
este momento, los indígenas han sido víctimas de racismo, discriminación,
desprecio a sus creencias, desarraigo, marginación política y expulsión de sus
territorios ancestrales.
En el feroz proceso de
conquista, ocurre una evidente dominación, donde lo occidental se impone ante
las culturas indígenas, produciéndose lo que se conoce como la
transculturización. Sin embargo, los indígenas supieron elaborar estrategias
destinadas a permitirles reproducir su identidad y su cultura.
Si bien la
transculturación es, en buena parte, resultado natural de la evangelización de
las culturas indígenas, es necesario advertir que, en el caso americano, este
cambio cultural se debió también a una acción consciente y buscada de los
mismos misioneros y del Estado sobre las culturas indígenas, y no sólo a su
cambio de religión.
VIOLACIÓN O
DESCONOCIMIENTO DE ESTOS PUEBLOS
DESDE LA CONQUISTA
Desde el inicio de la
masacre que supuso la llegada de la corona española a nuestra América, se dio
una serie de anomalías que fueron bien vistas tanto por la iglesia como por la
misma corona española y es que no fue sino hasta varios años después que se
dijo que los aborígenes de nuestra América tenían alma por lo consiguiente eran
considerados seres humanos. Curioso esto pues solo basta imaginar cómo fue
entonces este proceso de “colonización” fue más bien la imposición a sangre y
fuego de un modelo (el español) de cultura, de vida, de costumbres, que era
claramente incompatible con nuestra manera de ver la vida.
Inclusive Cuando
llegaron los colonizadores, la actual Venezuela estaba ocupada por numerosas
etnias indígenas, quienes hablaban lenguas pertenecientes a las familias
Caribe, arawaco, chibcha y tupí guaraní, más algunas aisladas cuyo origen no
está claramente dilucidado de hecho eran varios millones de pobladores. Y
cuando “termino” la colonización eran poco más de un par de millones esto nos
da una idea de lo salvaje que fue esta guerra y lo valientes que fueron
nuestros pueblos por resistirse a esta imposición.
LEYES A FAVOR DE LOS
DERECHOS HUMANOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS DESDE UNA VISION EUROCENTRISTA
PARA SOMETERLOS
PACIFICAMENTE
Los pueblos originarios
no contaron con el reconocimiento de ningún derecho hasta que se promulgo la
ley de indias. Muchos años después de iniciada la masacre.
Con la entrada en
vigencia de las leyes de indias a pesar de ser largamente discutidas y
difícilmente obedecidas por los españoles, se intenta iniciar una especie de
“legalización” de los pueblos originarios aunque esta no es más que una cruel
treta realizada por la corona española y la iglesia católica con el fin de
intentar que los pueblos originarios mermaran su resistencia y se subyugaran
ante los invasores españoles.
Las Leyes Nuevas
(originalmente Leyes y ordenanças nuevamente hechas por su Magestad para la
gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios) son
un conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542, que pretende
mejorar las condiciones de los indígenas de la América española,
fundamentalmente a través de la revisión del sistema de la encomienda y
brindando una serie de derechos a los indígenas para que vivan en una condición
mejor.
Fueron promulgadas
mediante real cédula el 18 de mayo de 1680, y su texto resume los principios
políticos, que ocupara gran parte de Latinoamérica y Europa.
Ley 1: Refiere a los
asuntos religiosos, tales como el regio patronato, la organización de la Iglesia,
la cultura y la enseñanza.
Ley 2: Trata la
estructura del gobierno indiano con especial referencia a las funciones y
competencia del Consejo de Indias y las audiencias.
Ley 3: Resume los
deberes, competencia, atribuciones y funciones de virreyes, gobernadores y
militares.
Ley 4: Concierne al
descubrimiento y la conquista territorial. Fija las normas de población,
reparto de tierras, obras públicas y minería.
Ley 5: Legisla sobre
diversos aspectos del derecho público, jurisdicción, funciones, competencia y
atribuciones de los alcaldes, corregidores y demás funcionarios menores.
Ley 6: Trata la
situación de los indígenas, su condición social, el régimen de encomiendas,
tributos, etc.
Ley 7: Resume los
aspectos vinculados con la acción policial y de la moralidad pública
Ley 8: Legisla sobre la
organización rentística y financiera.
Ley 9: Refiere a la
organización comercial indiana y a los medios de regularla, con especial
referencia a la Casa de Contratación.
La llegada de los
españoles a América, creo una situación nueva para el mundo europeo, y entre
otras cosas, el desarrollo de un Derecho Internacional, toda vez que los
“conquistadores” estaban frente a gente desconocida para los europeos de la
época. La Corona de España debió elaborar la jurisprudencia internacional que
permitiera legalizar sus conquistas frente a otras potencias europeas que
estaban en el mismo negocio. Por otro lado, debió establecer las normas
jurídicas con la iglesia y el Vaticano como órganos de poder y sancionador de
la legalidad de la época. El derecho internacional del siglo XV determino el
carácter de las tierras del nuevo continente, las posesiones de los pueblos
indígenas en América y la legalidad de la colonización europea en tierras del
nuevo continente.
Las normas euro-centristas
del siglo XV, conocidas como la Doctrina del Descubrimiento, negaba
absolutamente a los indígenas su calidad de personas, de sujetos, e incluso de
seres humanos. Por lo tanto no eran sujetos de derecho, de contrataciones, de
actos jurídicos, y toda la gama del derecho que tenían los europeos de la
época. Esta situación de los pueblos indígenas de América se prolongo durante
todo el siglo XV al XIX incluso parte del siglo XX.
El movimiento indígena
internacional ha venido luchando durante los últimos 100 años por cambiar el
sistema del derecho internacional de los pueblos indígenas. El objetivo central
de la lucha ha sido provocar la aceptación de que los indígenas son seres
humanos, personas o sujetos del derecho tanto nacional como internacional. Muchos
Estados nacionales han reconocido este principio, sin embargo se niegan a
implementar los derechos indígenas, como es el caso de los Estados Africanos,
asiáticos y el chileno.
Desde la llegada de
Colon a las tierras de América en 1492 hasta 400 años más tarde 1892, el mundo
fue dominado por una visión eurocentrica del Derecho Internacional. La
formulación del sistema legal europeo fue la base de todo el Derecho
Internacional, negándoles a los pueblos indígenas de América toda posibilidad
de derechos tanto individuales como colectivos. Aun hoy día después de
transitar durante más de 100 años de duras luchas, se mantiene con otros
nombres la misma doctrina del descubrimiento europeo.
Las fuentes del Derecho
Internacional de los Pueblos Indígenas:
LA DOCTRINA
EUROCENTRICA DEL DESCUBRIMIENTO:
Hoy día después de
varios cientos de años podemos analizar el desarrollo y los efectos negativos
que estos principios legales tuvieron para los pueblos indígenas de América y
por ende para el desarrollo del Derecho Internacional de los pueblos Indígenas.
Durante 400 años los indígenas fueron tratados como objetos en el derecho
internacional. Tal vez sea necesario examinar mucho más la historia de las
relaciones jurídicas sociales entre los pueblos indígenas y los Estados que
invadieron y colonizaron los territorios indígenas. Vale el caso de la llamada
“pacificación de la Araucania “en Chile entre 1860 y 1883. La “Conquista del
Oeste en los EE.UU” o la “Conquista del Desierto en la República Argentina”.
Hoy día podemos afirmar que las leyes del sistema europeo que regulaban las
interacciones “civilizados-barbaros” o civilizados- indígenas” no eran más que
instrumentos de discriminación racial contra los derechos de los pueblos
indígenas de América.
LAS BULAS PAPALES:
El Papa Alejandro VI
dictamino dos leyes o bulas durante los días 3 y 4 de mayo de 1493, en favor de
los reyes católicos Fernando V e Isabel, Reyes de Castilla, Aragón y Granada.
El Papa dice en su decreto “Nos hemos enterado en efecto que desde hace algún tiempo
os habíais propuesto buscar y encontrar tierras e islas remotas y desconocidas
y hasta ahora no descubiertas por otros, a fin de reducir a sus pobladores a la
acción de nuestro Redentor y a la profesión de la fe católica, pero,
grandemente ocupados como estabais en la recuperación mismo del reino de
Granada, no habíais podido llevar a cabo tan santo y laudable propósito; pero
como quiera que sea recuperado dicho reino por voluntad divina y queriendo
cumplir vuestro deseo, habéis enviado al amado hijo Cristóbal con navíos y con
hombres convenientemente preparados, y no sin grandes trabajos, peligros y
gastos, para que un mar hasta ahora no navegado buscasen diligentemente unas
tierras remotas y desconocidas.
Estos navegando el mar
océano con extrema diligencia y con auxilio divino hacia occidente, o hacia los
indios, como se sabe encontraron ciertas islas lejanísimas y también tierras
firmes que hasta ahora no habían sido encontradas por otros en las cuales vive
una inmensa cantidad de gente se según se afirma van desnudos y no comen
carne.” La resolución continúa:
“haciendo uso de la
plenitud de la potestad apostólica y con la autoridad de Dios omnipotente os
donamos concedemos y asignamos perpetuamente, a vosotros y a vuestros herederos
y sucesores en los reinos de Castilla y León, todas y cada una de las islas y
tierras predichas y desconocidas que hasta el momento han sido encontradas por
vuestros enviados, y las que se encontrasen en el futuro y que en la actualidad
no se encuentran bajo el protectorado de ningún otro señor cristiano, junto a
todos sus dominios, ciudades fortalezas, lugares y villas con todas sus
jurisdicciones correspondientes y con todas sus pertenencias, y a vosotros y a
vuestros herederos”.
Finalmente viene la
sanción para quienes pretendan oponerse a esta resolución: “Nadie pues se
atreva en modo alguno a infringir o contrariar con ánimo esta diputación,
mandato, inhibición, indulto, extensión, ampliación, voluntad y decreto. Si
alguien pues se atreviese que sepa que incurre en la ira de Dios omnipotente y
de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Dado en Roma. San Pedro, en el
año de la encarnación del señor, mil cuatrocientos noventa y tres, el día
quinto de las nonas de mayo, primero de nuestro pontificado.”
Suponemos que la Reina
Isabel y el Rey Fernando V de España a través de sus abogados escribieron este
decreto que fue firmado por el Papa Alejandro VI, llamado Bula Papal Inter
Caetera Divinai. La misma bula papal resuelve algunos problemas que España
tenía con Portugal en esa lucha por los descubrimientos de la época. Lo
interesante es que ni los Reyes de España ni su santidad el Papa consultaron a
los indígenas acerca de las leyes que estaban promulgando y que en la práctica
se impusieron en América por los próximos 500 años. Los colonizadores europeos
invadieron América indígena y más tarde los Estados nacionales hicieron lo
mismo. En el siglo XV la Iglesia Católica y el Vaticano no hacían más que
sancionar y legalizar la negación de los derechos de los pueblos indígenas en
América.
LOS ESCRITOS DE
FRANCISCO DE VITORIA:
Sacerdote Dominico Fray
Francisco de Vitoria fue uno de los primeros pensadores europeos en concebir la
idea de una sociedad de naciones. Vale decir la idea que se hizo realidad 400
años más tarde con la creación de la organización de las Naciones Unidas. Fue
precisamente Vitoria quien concibió la idea de una comunidad universal de todos
los pueblos organizados políticamente y fundada en el derecho natural de cada
hombre y de cada pueblo. Fue el primero en definir el llamado Derecho de Gente,
argumentando que: “El derecho de gentes no solo tiene fuerza por el pacto y
convenio de los hombres, sino que tiene por si mismo fuerza de ley, y es que el
orbe todo, que en cierta manera forma una república, tiene poder de dar leyes
justas y a todos convenientes, como son las del derecho de gentes. De donde se
desprenden que pecan mortalmente los que violan los derechos de gentes, sea de
paz, sea tocante a la Guerra. Y en los asuntos graves, como en la
inviolabilidad de los legados, ninguna nación puede darse por no obligada por
el derecho de gentes, pues este viene conferido por la autoridad de todo el
orbe”.
La llegada de Colon a
América según Vitoria genero una serie de problemas, relacionados con la
tierra, la riqueza, el poder y el trato a los indígenas. En 1536 fustigo
duramente los abusos de los conquistadores. En sus escritos relacionados a la
conquista del Perú, declara que los indígenas no son seres inferiores, para ser
explotados o esclavizados, sino seres libres con iguales derechos que los
españoles y dueños de sus tierras y bienes.
Las tesis de Vitoria
fueron escuchadas en las Cortes españolas de la época, pues en 1542 se
promulgaron las leyes de India que ponían a los indígenas de América bajo la
protección de la Corona.
LOS ESCRITOS DE
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS:
Otra fuente del derecho
internacional para los pueblos indígenas son los escritos de Bartolomé de
Cassaus (o de las Casas). Nacido en 1474 en Sevilla. En 1502 viajo desde España
a la española en América, donde tenía una encomienda.
En 1512 llego a ser el
primer sacerdote ordenado en América por la congregación de los Dominicos. En
1513 tomo parte en la violenta y sangrienta conquista de Cuba. En 1515 volvió a
España y junto al Arzobispo de Toledo Monseñor Francisco Jiménez de Cisneros se
presentaron como defensores de los indígenas ante el Rey Fernando V.
En 1516 vuelve a
América como miembro de la Comisión Investigadora del Trato a los Indígenas.
Más adelante en 1519 vuelve nuevamente a España y en 1520 presenta una denuncia
formal del trato a los indígenas al Rey Carlos I, también llamado Emperador
Carlos V, quien apoyo el plan de Bartolomé de las Casas para crear una colonia
campesina con indígenas y españoles en un área de la actual Venezuela.
En 1523 Bartolomé de
las Casas, desilusionado por los resultados de su actividad política, se unió a
la congregación de los Dominicos de Santo Domingo y comenzó su actividad como
escritor, historiador y defensor hasta su muerte por la causa de los indígenas
de América. En 1530 logró obtener de la Corona el decreto que prohibía la
esclavitud de los indígenas del Perú y que trajo personalmente para su
implementación.
En 1537 recibió el
apoyo del Papa Pablo III, quien a través de la Bula Papal Sublimes Deus,
declaraba a los indígenas de América como seres humanos racionales y
espirituales y que sus vidas y propiedades debían ser protegidas.
En 1542 regresa a
España y logra convencer a Carlos I a que firme una nueva ley que prohíba la
esclavitud en toda América y se limite el sistema de Encomiendas a una sola
generación. En esta fecha Bartolomé de la Casas escribió su famoso libro
Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias.
Entre los meses de
Agosto de 1550 y abril de 1551 se produce la famosa controversia entre
Bartolomé de las Casas y el jurista español Juan Ginés de Sepúlveda. La
controversia se había producido muchos años antes y era un tema candente pues
el mismo monarca Carlos V organizo el encuentro público en Valladolid que era
la capital de España en aquella época. Todo fue preparado en la Capilla del
Colegio de San Gregorio, y ante quince jueces, entre los cuales estaban
connotados teólogos como: Melchor Cano, Domingo de Soto, Pedro de la Gasca,
Bartolomé Carranza y otros se desarrollo esta famosa discusión.
Juan Ginés de
Sepúlveda, defendía el derecho de España, como nación civilizada a someter por
las armas a los salvajes, oponiéndose abiertamente incluso a las normas del
Consejo de Indias. Sepúlveda era un fiel seguidor del filósofo griego
Aristóteles, quien había escrito en el libro I de la Política:
“Que algunos hombres
nacían para ser señores y otros para ser esclavos”; los primeros mandaban, los
segundos obedecían. La naturaleza – en su sabiduría- capacito a cada uno para
cumplir el papel para el cual fue destinado por la propia naturaleza desde el
momento de nacer. A los señores les dio razón e inteligencia; a los esclavos
cuerpos fuertes. Los que nacieron para servir estaban obligados a someterse a
los que nacieron para mandar, si se negaban a esto era licito obligarlos por la
armas, y esta violencia o, mejor dicho, esta guerra, era justa y conforme a los
principios de la naturaleza”
ESTADOS NACIONALES Y
DEMARCACIÓN TERRITORIAL EXCLUYENDO Y NEGANDO LA EXISTENCIA DE LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS COMO ENTIDADES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS.
Cuando se da el proceso
de ordenamiento del territorio conquistado por los invasores ocurre un hecho de
importante interés. Y es que se inicia el proceso de hacer olvidar a los que
ocuparon antes las tierras conquistadas. Se fundan ciudades y se omite hablar
de las poblaciones aborígenes también debemos mencionar unos hechos que si bien
ocurren antes de finalizada la conquista nos dan una idea del plan de los
españoles.
Las Capitulaciones
Fueron documentos
firmados entre los Reyes de España y los jefes de las expediciones que venían
al nuevo continente. La primera capitulación fue firmada el 17 de abril de 1492
entre Cristóbal Colón y los reyes católicos. El acuerdo consistió en lo
siguiente:
1. Colón es nombrado
almirante en todas las islas y tierras firmes descubiertas o ganadas
2. Colón es nombrado
Virrey y gobernador de estas tierras
3. Colón recibiría la
décima parte de todas las mercaderías, perlas, piedras preciosas, oro, plata,
etc., que se consiguiera
4. El almirante
aportaría la octava parte de los gastos de las armadas que salieran para las
indias y obtendría la octava parte de las ganancias.
Otra capitulación muy
importante fue la que firmó en 1528 el emperador Carlos V con los Welser, unos
ricos banqueros alemanes que le habían prestado una gran cantidad de dinero. En
esa capitulación se les concedía un territorio comprendido entre el cabo de la
Vela (Cerca de Coro) y Maracapana (en las cercanías de Unare Anzoátegui).
Los Welser fueron
gobernadores de Venezuela. Se habían comprometido a fundar 2 pueblos y a
construir 3 fortalezas, introducir mineros y prestar auxilio militar al
gobernador de Santa Marta (actualmente en Colombia). Al no cumplir con el
contrato, y después de numerosas denuncias, fue rescindido (suspendido) en
1555.
Con esta ultima
capitulación se evidencia la falta de visión de los españoles pues con todo lo
que saquearon de estas tierras fueron incapaces de modernizar su modelo de
producción se limitaron a adquirir de otras potencias europeas la materia que
necesitaren. Dejando como resultado grandes deudas que pagaría con
capitulaciones.
ESTADOS NACIONALES Y
DEMARCACIÓN TERRITORIAL EXCLUYENDO Y NEGANDO LA EXISTENCIA DE LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS COMO ENTIDADES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS.
La Seguridad Territorial
para los Pueblos Indígenas, tanto en América Latina como en Venezuela,
significa la garantía estatal de su permanencia pacífica y auto-desarrollo, en
el espacio histórica y culturalmente identificado como propio. Se expresa a
través del reconocimiento estatal de la Territorialidad (o propiedad
territorial de carácter histórico) de los Pueblos Indígenas.
En tal sentido, la
Territorialidad indígena posee elementos objetivos y subjetivos. Entre los
elementos objetivos, se encuentran la ocupación, el uso y la valoración de un
espacio como propio del Pueblo Indígena. La ocupación se refiere a la ubicación
física de las comunidades (o Asentamientos), que no sólo responde a razones
prácticas (construcción de viviendas, etc.), sino también a explicaciones de
naturaleza sociocultural (presencia de espíritus favorables, etc). El uso se
refiere a la relación con los elementos naturales que puede ser económica
(caza, pesca, recolección, siembra), estética (goce contemplativo o uso
recreacional), ética (comunicación, reverencia y respeto con los elementos). La
valoración se refiere a la identificación de espacios no ocupados y no usados,
pero vinculados estrechamente a la cultura ancestral (por ejemplo, lugares
sagrados, con prohibición cultural de ser visitados, pero que son señalados por
los indígenas como parte de su territorio). Entre los elementos subjetivos, se
encuentra el sentido de pertenencia a dos espacios geográficos específicos, a
saber: a)el Territorio indígena, perteneciente al Pueblo Indígena respectivo; y
b) la Tierra Indígena, propio de una o más Comunidades Indígenas. Otro elemento
subjetivo, es el control indígena sobre los espacios señalados.
En las Tierras
Indígenas, las Comunidades desarrollan su vida cotidiana, sus actividades
económicas (productivas o de subsistencia) y socioculturales (socialización,
educación, religiosidad, reproducción cultural), sus relaciones políticas
(comunicación e intercambio entre comunidades), etc. Las comunidades indígenas
pueden ser sedentarias o itinerantes (según se desplacen o no cada cierto
tiempo dentro de un ámbito espacial mayor), y los espacios comunes entre
comunidades, sumados a los lugares de importancia natural y cultural para
comunidades de una misma cultura, constituyen el Territorio indígena que las agrupa.
La Seguridad
Territorial indígena sobre sus Tierras y Territorios, depende de varias
condiciones acumulativas:
1. Reconocimiento
estatal de derechos sobre espacios determinados de la geografía nacional;
2. Delimitación
espacial de Pueblos y/o Comunidades indígenas;
3. Demarcación
posterior del espacio delimitado;
4. Titulación del
Territorio y/o Tierra demarcado;
5. Garantía estatal de
protección y respeto de los derechos de autonomía en los espacios titulados.
El Reconocimiento
estatal supone la admisión de la existencia de Pueblos o Comunidades indígenas
dentro de su territorio nacional, poseedoras de tierras ocupadas
ancestralmente. Los Estados Latinoamericanos han ido progresivamente
reconociendo ésta realidad, a través de reformas constitucionales o mediante la
suscripción del Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) sobre Pueblos Indígenas.
Una vez reconocida
legal o constitucionalmente la realidad territorial indígena, el Estado asume
la obligación legal de la Delimitación de los espacios ocupados por los Pueblos
y Comunidades Indígenas. La experiencia latinoamericana señala que los propios
Pueblos y Comunidades indígenas delimitan su espacio a través de los
denominados “Mapas Mentales” (bosquejos ideográficos del espacio reivindicado),
que servirán de base para la elaboración posterior de mapas cartográficos.
La Demarcación sería la
determinación en el terreno, de la ocupación histórica del mismo, de los
sujetos involucrados (y de sus derechos respectivos), y de los posibles
conflictos territoriales con sus respectivas soluciones. Implica la
verificación estatal del espacio que histórica y culturalmente los Pueblos y
Comunidades indígenas identifican como propio. En muchos países, éstos últimos
impulsan procesos de Auto demarcación, exigiendo al Estado su validación
posterior.
La Titulación sería la
expedición de un documento o certificación de carácter legal por el Gobierno o
por el Estado, que reconoce o transfiere derechos territoriales a Pueblos o
Comunidades indígenas en un espacio previamente demarcado, y que se puede hacer
valer ante al mismo Gobierno (o Estado) o frente terceros.
Por último, los
derechos territoriales indígenas son considerados legalmente en Venezuela como
derechos originarios. En la noción de “Derecho originario” existe quien es
propietario original de un derecho, y otro simplemente lo reconoce mediante un
acto jurídico. De esta forma, el Estado simplemente devuelve mediante un acto
jurídico (en este caso, un Titulo) el espacio territorial reconocido
constitucionalmente como propio de los Pueblos Indígenas, independientemente de
su superficie. Este territorio es propiedad colectiva indígena, y por su
condición de espacio para la conservación cultural y ambiental indígena y
preservación de sus propias instituciones sociopolíticas.
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